lunes, 18 de julio de 2011

Polifacético Alquezar

Esta localidad situada en el Somontano de Barbastro tiene una particularidad que la hace casi única, y es su capacidad para satisfacer a visitantes con intereses de lo mas diverso, opuesto, o cualesquiera otro calificativo que se le quiera dar.

En el plano paisajístico, la sola visión del pueblo con las murallas y colegiata en su cima corta ya la respiración, pero es que los cortados que ha ocasionado el paso del río Vero a los pies de la localidad, da lugar de nuevo a unas vistas difíciles de mejorar. Igualmente el paisaje urbano ha sabido conservarse para que el ambiente medieval no se haya perdido en absoluto.

El aficionado a los deportes de aventura tienen un espacio en el río Vero para dar rienda suelta a su afición luciendo sus habilidades en los difíciles pasos que encuentra en la práctica del barranquismo. En Alquezar es muy facil cruzarse en sus calles con personal vestido de "buzo", lo que choca por el contraste que produce cuando se está inmerso en la arquitectura medieval.

Dejo para el final sus obras artísticas del periodo románico, que mayormente es la motivación de este blog, y es allí donde a pesar de no ser muy extensa la obra románica que ha permanecido hasta nuestros días, es de gran interés.
Son seis capiteles en una crujía del claustro de unas características singulares, pues el o los artífices no parecían tener mucha idea de las proporciones del cuerpo humano, pero la simbología que en ellos hay representada es expuesta de un modo poco común, destacando para mi gusto ese sacrificio de Isaac que ofrecía Abraham donde llega un ángel con una oveja para ofrecerla como sustituto de Isaac, o esa original representación de Dios con tres cabezas para dar a entender la Trinidad cuando el Señor da vida a Adán, o esa curiosa representación de Abel con su cayado apacentando el ganado donde pueden verse todo el rebaño con las ovejas en vertical, o la cortonsión circular del baile de Salomé.
En definitiva, un encantadora sucesión de escenas, que a pesar de ser breve, es intensa en evocaciones, y no perdamos de vista el impresionante Cristo que hay en la Colegiata o el museo con sus pinturas góticas. Si queréis ver alguna de las escenas mencionadas, entrad AQUÍ y ya me contaréis.

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